Ese 20 de Diciembre de 2011 fue uno de esos pocos días en que dices: “Este es el mejor día de mi vida; nunca lo voy a olvidar”. Y de hecho, me encontraba ante, lo que yo llamé, el mejor o uno de los mejores días del año 2011. Porque el día que fui al esperado concierto de Amaral también dije lo mismo; “El mejor día de mi vida” Porque llevaba años deseando ver a mi grupo favorito en concierto y no había sido posible hasta ahora; lo logré el día 2 de este mismo mes y en primera fila estuve.
Así que decidí llamar al día 20 el mejor día del 2011, por la gran sorpresa que me llevé; también relacionada con Amaral.
Ese día, yo estaba tranquilamente conectada en el Twitter y de repente veo que empiezan a anunciar que por la tarde Amaral estaría en un programa de radio... Llamado “Como lo Oyes”; en Radio3. Les harían una entrevista y tocarían algunas canciones.
Puse entonces la radio por Internet a las 5 de la tarde; hora canaria a la que empezaba el programa. Lo que yo no sabía era que además, los oyentes podíamos enviar preguntas para que Amaral nos respondiera en directo; eso lo dijo el presentador del programa, y dio el e-mail al que enviar los mensajes.
Yo abrí mi página de correo pero me quedé dudando; no sabía qué enviarles, qué decirles, qué preguntarles. Aunque tengo en mente muchas cosas que quiero que sepan, me quedé bloqueada.
Pero pronto reaccioné y empecé a escribir; tratando de resumir tantas cosas que tengo en la mente y que siempre había querido hacerles llegar.
Empecé saludándoles y les dije que escribo desde Lanzarote; que soy su fan desde hace varios años y me gustó mucho verlos aquí en concierto; y me gustaría volverlos a ver en alguna otra ocasión. La pregunta fue si cabría la posibilidad de que vengan a hacer firma de discos; como han hecho ya en la Península. Y concluí expresándoles mi gran cariño y afirmando sentirme identificada con muchas de sus letras.
Luego de un rato de programa, el presentador volvió a decir el correo al que enviar las preguntas para Amaral, y acto seguido, empezó a leer un mensaje... Aluciné. Era el mío. Yo escuchaba sin creérmelo; como si estuviera soñando. Más aún flipé con la respuesta que me dedicaron los mismísimos Amaral. Con eso ya, toqué las nubes.
Eva me contestó que ir a Lanzarote a firmar discos y a lo que haga falta; porque para ella fue fantástico estar por aquí, y más en esta época del año.
Seguidamente habló Aguirre, quien afirmó que el concierto fue una pasada, que muchas gracias por el recibimiento que les dimos; que los tres días que tocaron en Canarias fueron una pasada.
Sigue pasando el tiempo y cada vez que recuerdo, o vuelvo a escuchar eso (tengo la emisión descargada) flipo.
Yo no me esperaba que fueran a seleccionar mi mensaje; pues seguramente habrá escrito mucha gente; y en una hora que dura el programa no daba tiempo a atenderlos a todos; puesto que también entraba la entrevista y las canciones que ellos tocaron.
Por eso, no me esperaba tener tanta suerte, la verdad, mandé el mensaje pero sin la idea de escucharlo en la radio unos minutos más tarde; como efectivamente pasó; entre los pocos mensajes que atendieron estuvo el mío y estoy muy contenta; estoy flipando.
Es un sueño cumplido y a la vez una gran sorpresa, el mejor regalo de Navidad que pude tener, y además por adelantado. Yo quería hacerles llegar lo que pienso de ellos y tener la seguridad de que me habían leído o escuchado. Las cositas que les decía por el Twitter, no sabía si de verdad las habían visto porque no contestaban; cosa que entiendo perfectamente porque sé que están ocupados con su trabajo, tienen su vida como cualquier persona, y cada día les mandan mensajes un montón de fans; y claro no les da tiempo a responder a todo el mundo. Me daban cierta envidia los fans que yo veía que obtenían una respuesta de ellos.
Pero yo esa suerte la tuve al final en la radio, oyendo su voz en directo, y con un montón de gente escuchando. Yo necesitaba una señal de que se habían enterado de lo que pienso hacia ellos; y esa señal fue su respuesta.
Aquí está el enlace a esa emisión maravillosa
http://www.rtve.es/alacarta/audios/como-lo-oyes/como-oyes-amaral-salvaje-20-12-11/1277770/
Todo lo que llevo en mi interior, expresado aquí. La escritura es mi mundo; mediante ella puedo exteriorizar cosas que se me hace difícil hablarlas.
sábado, 24 de diciembre de 2011
Si algún día me encuentro con Amaral
¿Quien no ha soñado alguna vez con tener un encuentro personal con su ídolo? ¿Te has parado a pensar en lo que harías o dirías si se te cumpliera esa ilusión? Aunque luego al final los nervios o la impresión de la sorpresa no nos dejen articular palabra.
Normalmente, cuando alguien se encuentra con alguna persona famosa a la que admira, lo primero que hace es pedirle un autógrafo; y a veces, sacarse una foto juntos. Yo haría mucho más que eso.
En mi caso, mi grupo favorito es Amaral; me gusta desde hace varios años y tuve la gran suerte de verlos en concierto el 2-12-2011 aquí en Lanzarote. Fue el día más feliz de mi vida; porque además, estuve en primera fila; a unos 2 metros del escenario. Un sueño hecho realidad; verlos de cerca.
Yo sé que hace ya unos años ya habían estado aquí, pero estaba yo con mis padres y unos amigos suyos, que tenían una niña más pequeña que yo y tuvimos que irnos porque ella estaba aburrida y tenía sueño. Además estábamos lejísimos del escenario; me perdí la ocasión de verlos; era allá por el 2002; cuando estaban empezando a hacerse famosos. Y actuaron en mi pueblo; es lo que más me llena de orgullo hoy en día.
Pero si algún día, casualmente me encontrara con ellos, los tuviera frente a mí... Hay muchas cosas que quiero decirles; que me gustaría que supieran de mi boca. Aunque algo ya lo saben; por medio de un mensaje que les mandé un día que estuvieron en la radio y me contestaron. Eso para mí fue un sueño hecho realidad; cada vez que lo recuerdo, flipo como el primer día. Yo desde tiempo antes les había estado dejando mensajes en twitter, facebook y en su web oficial pero no estaba segura de si los habrán llegado a leer; sé que cada día reciben muchos mensajes de todos sus fans y les es difícil leerlos y responderlos todos; no da tiempo; porque andan ocupados con su trabajo y también tienen su vida como cualquier persona. Me daba algo de celillos ver que a otros usuarios les respondían. Pero yo al final tuve la suerte de ser escuchada por ellos en la radio; pues seguramente ahí también habrá escrito mucha gente y en una hora de programa no daba tiempo a atender todos los mensajes; pues también les entrevistaron y tocaron algunos temas.
Lo primero que quiero es felicitarles por el gran éxito que han alcanzado en pocos años, y que sigan así durante muchos más. Que soy seguidora suya desde hace mucho tiempo; llevaba unos 6 años deseando verlos en concierto hasta que por fin vinieron a mi isla; estuvieron geniales y me gustaría mucho que volvieran en más ocasiones; que nunca me canso de verlos ni escucharlos. En ese concierto hice fotos y también grabé pequeños fragmentos de algunas canciones; que luego uní con el editor Windows Movie Maker; creando un pequeño montaje que me gustaría dedicarles; es un pequeño detalle que les quiero hacer. También me haría mucha ilusión si leyeran lo que escribo sobre ellos en mi blog; donde queda expresada toda mi admiración y sentimientos.
Les quería preguntar si era posible que vinieran a Lanzarote a hacer firma de discos, pero esa duda ya me quedó resuelta en la radio; quedé muy emocionada con esa respuesta que me dieron en directo. ¡Muchas gracias por escucharme! Ese 20-12-2011, otro día inolvidable para mí; lo mejor del año.
Así que ahora me queda otra duda; les quiero decir que entre mi amplia lista de sus canciones favoritas, está incluida la que se titula “Es sólo una canción”; y mi pregunta es si existen planes de que Juan Aguirre cante alguna más en algún futuro disco.
Y como anécdota curiosa, si el tiempo les permite escucharme, decir que lo que más deseo siempre es quedarme sola en mi casa; para poder poner su música a todo volumen y cantar yo más alto que la música; no hay nada que me guste más, pero siempre tengo que esperar a estar sola porque a mis padres les molesta el volumen alto y a mí, aunque me gusta cantar, me da vergüenza que me oigan; soy muy tímida. Sólo puedo cantar con total libertad y a pleno pulmón cuando estoy sola, cuando nadie me ve ni me oye. A veces cuando paso mucho tiempo sin quedarme sola, llego a no poder aguantar las ganas de cantar; y lo hago en voz baja con la música a un volumen normal, pero así no siento la misma energía que cantando lo más alto que puedo. Cuando llega “mi momento”, he llegado a motivarme tanto, que incluso me subo a la cama, usándola como escenario. Me gustan esos ratos de alocada soledad, imitando a Eva; mi fuente de inspiración.
También me he sorprendido a mí misma cuando, haciendo algo con la música puesta, sin darme cuenta empiezo a usar lo que tenga a mano a modo de micrófono; ya sea el palo de la fregona, de la escoba, una botella, un peine, un cubierto, el bote del desodorante... A cualquier cosa que pillo le encuentro el apaño.
Una vez terminada la conversación, ya sí haría más calmadamente lo que hace todo el mundo a la primera y lleno de nervios: pedir el autógrafo y pedirles permiso para sacarme una foto con ellos; yo siempre llevo la cámara en el bolso; como si se tratara de las llaves. Y en cuanto a papel y bolígrafo, ¿En qué bolso no hay?
Normalmente, cuando alguien se encuentra con alguna persona famosa a la que admira, lo primero que hace es pedirle un autógrafo; y a veces, sacarse una foto juntos. Yo haría mucho más que eso.
En mi caso, mi grupo favorito es Amaral; me gusta desde hace varios años y tuve la gran suerte de verlos en concierto el 2-12-2011 aquí en Lanzarote. Fue el día más feliz de mi vida; porque además, estuve en primera fila; a unos 2 metros del escenario. Un sueño hecho realidad; verlos de cerca.
Yo sé que hace ya unos años ya habían estado aquí, pero estaba yo con mis padres y unos amigos suyos, que tenían una niña más pequeña que yo y tuvimos que irnos porque ella estaba aburrida y tenía sueño. Además estábamos lejísimos del escenario; me perdí la ocasión de verlos; era allá por el 2002; cuando estaban empezando a hacerse famosos. Y actuaron en mi pueblo; es lo que más me llena de orgullo hoy en día.
Pero si algún día, casualmente me encontrara con ellos, los tuviera frente a mí... Hay muchas cosas que quiero decirles; que me gustaría que supieran de mi boca. Aunque algo ya lo saben; por medio de un mensaje que les mandé un día que estuvieron en la radio y me contestaron. Eso para mí fue un sueño hecho realidad; cada vez que lo recuerdo, flipo como el primer día. Yo desde tiempo antes les había estado dejando mensajes en twitter, facebook y en su web oficial pero no estaba segura de si los habrán llegado a leer; sé que cada día reciben muchos mensajes de todos sus fans y les es difícil leerlos y responderlos todos; no da tiempo; porque andan ocupados con su trabajo y también tienen su vida como cualquier persona. Me daba algo de celillos ver que a otros usuarios les respondían. Pero yo al final tuve la suerte de ser escuchada por ellos en la radio; pues seguramente ahí también habrá escrito mucha gente y en una hora de programa no daba tiempo a atender todos los mensajes; pues también les entrevistaron y tocaron algunos temas.
Lo primero que quiero es felicitarles por el gran éxito que han alcanzado en pocos años, y que sigan así durante muchos más. Que soy seguidora suya desde hace mucho tiempo; llevaba unos 6 años deseando verlos en concierto hasta que por fin vinieron a mi isla; estuvieron geniales y me gustaría mucho que volvieran en más ocasiones; que nunca me canso de verlos ni escucharlos. En ese concierto hice fotos y también grabé pequeños fragmentos de algunas canciones; que luego uní con el editor Windows Movie Maker; creando un pequeño montaje que me gustaría dedicarles; es un pequeño detalle que les quiero hacer. También me haría mucha ilusión si leyeran lo que escribo sobre ellos en mi blog; donde queda expresada toda mi admiración y sentimientos.
Les quería preguntar si era posible que vinieran a Lanzarote a hacer firma de discos, pero esa duda ya me quedó resuelta en la radio; quedé muy emocionada con esa respuesta que me dieron en directo. ¡Muchas gracias por escucharme! Ese 20-12-2011, otro día inolvidable para mí; lo mejor del año.
Así que ahora me queda otra duda; les quiero decir que entre mi amplia lista de sus canciones favoritas, está incluida la que se titula “Es sólo una canción”; y mi pregunta es si existen planes de que Juan Aguirre cante alguna más en algún futuro disco.
Y como anécdota curiosa, si el tiempo les permite escucharme, decir que lo que más deseo siempre es quedarme sola en mi casa; para poder poner su música a todo volumen y cantar yo más alto que la música; no hay nada que me guste más, pero siempre tengo que esperar a estar sola porque a mis padres les molesta el volumen alto y a mí, aunque me gusta cantar, me da vergüenza que me oigan; soy muy tímida. Sólo puedo cantar con total libertad y a pleno pulmón cuando estoy sola, cuando nadie me ve ni me oye. A veces cuando paso mucho tiempo sin quedarme sola, llego a no poder aguantar las ganas de cantar; y lo hago en voz baja con la música a un volumen normal, pero así no siento la misma energía que cantando lo más alto que puedo. Cuando llega “mi momento”, he llegado a motivarme tanto, que incluso me subo a la cama, usándola como escenario. Me gustan esos ratos de alocada soledad, imitando a Eva; mi fuente de inspiración.
También me he sorprendido a mí misma cuando, haciendo algo con la música puesta, sin darme cuenta empiezo a usar lo que tenga a mano a modo de micrófono; ya sea el palo de la fregona, de la escoba, una botella, un peine, un cubierto, el bote del desodorante... A cualquier cosa que pillo le encuentro el apaño.
Una vez terminada la conversación, ya sí haría más calmadamente lo que hace todo el mundo a la primera y lleno de nervios: pedir el autógrafo y pedirles permiso para sacarme una foto con ellos; yo siempre llevo la cámara en el bolso; como si se tratara de las llaves. Y en cuanto a papel y bolígrafo, ¿En qué bolso no hay?
viernes, 23 de diciembre de 2011
Navidad y familia; antes y ahora
Dicen que las fiestas navideñas son especiales porque están hechas para pasarlas toda la familia reunida. Se dice... Y en ocasiones se hace. Normalmente se junta quien puede, pero hay casos en los que las familias no se juntan aunque no haya ninguna circunstancia de fuerza mayor que lo impida; como la distancia, alguna muerte, etc. Este es el caso del que voy a hablar.
Recuerdo que, cuando yo era pequeña, siempre nos reuníamos toda la familia en casa de algún tío; nunca en la mía porque por aquella época yo vivía en un apartamento pequeño y no cabríamos todos.
Todos los años era lo mismo: En Nochebuena y Fin de Año iba con mis padres a casa de unos tíos y toda la familia (Tíos, primos, abuelos...) nos reuníamos a cenar. En el caso de Nochebuena, cuando los niños estábamos distraídos pasaba “Papá Noel” a dejar los regalos y los abríamos esa misma noche. Y la fiesta continuaba en la casa, hasta que el cuerpo aguantara.
En Fin de Año, lo mismo; nos volvíamos a reunir para la cena y comer las uvas; luego, fiesta. Recuerdo dos cosas que nunca se irán de mi mente.
Una fue en casa de mi tío; fue un pequeño incidente con las uvas, protagonizado por uno de mis primos. No podía con ellas y justo al tocar la última campanada y llevarse la última uva a la boca, todas volvieron automáticamente al plato ¡¡Vaya forma de empezar el año!!
La otra tuvo lugar otro año, en casa de otro de mis tíos. Allí la fiesta se hizo más larga; llegamos casi al amanecer y dormimos allí; había espacio porque la casa era grande y tenían un sótano con muchos colchones; ahí me quedé yo con mis primos; nos levantamos al mediodía y salimos a la calle a seguir haciendo el loco y pasear.
También recuerdo que en aquella época no me gustaban las uvas; así que yo las sustituía por alguna otra cosa y en su lugar me comía 12 pastillas de goma, caramelos blandos, palomitas, lacasitos, cacahuetes o cualquier otra cosa pequeña; fácil y rápida de masticar, y que sí me gustase.
Las mañanas de Reyes también eran divertidas y tradicionalmente familiares. Íbamos todos los primos; acompañados de nuestros respectivos padres, a casa de mis abuelos; cada uno llevaba el regalo de Reyes que más le había gustado y pasábamos el día allí jugando; también comíamos allí y si llegaba la hora, hasta merendábamos; estábamos toda la familia reunida
Luego ya reanudaba el colegio muy contenta; recordando lo bien que lo había pasado durante las vacaciones navideñas; sabía que tenía muchas cosas bonitas que contar a mis compañeros, al igual que ellos a mí.
La verdad, esas navidades del pasado fueron inolvidables; fueron momentos muy felices y me gustaría que algún año se repitiera; porque ya nada es igual. No sé lo que pasó; aquellos años en los que realmente sentía la unión familiar, duraron hasta que yo tenía, si mal no recuerdo, unos 12 o 13 años. A partir de ahí, se produjo un cambio brusco.
Recuerdo que el primer año que ocurrió, fue muy duro para mí. Me extrañó que ese año no fuéramos a ir a ningún sitio, a casa de nadie. Simplemente cenamos en mi pequeño apartamento a solas mis padres y yo, como su fuese un día normal y corriente; como si no fuese Nochebuena. Y después de cenar, ninguna fiesta, ni música, ni risas ni nada. Me dieron el regalo y ya a recostarse en el sofá a ver la tele y dormir pronto. Como cualquier día normal del año. Y me pareció algo muy raro; algo a lo que yo no estaba acostumbrada; una amarga novedad. Recuerdo que aquella noche, al irme a mi cuarto a dormir, lo que hice fue romper a llorar; llevaba rato aguantándome las ganas porque aunque soy muy sensible, no me gusta que me vean; me da vergüenza. Siempre que puedo me reprimo, aunque hay veces que el sentimiento me supera.
Aunque me hubiesen dado regalo, a pesar de mi corta edad ya era de las que pensaban que eso por sí solo no da la felicidad; que estar rodeado de tu gente pasándolo bien llena más; aquella noche habría querido cambiar por eso todo lo material que tenía en aquellos momentos.
Los siguientes años fueron igual, aunque ya no me resultaba tan extraño; pero no por ello menos doloroso. Me gustaban aquellas reuniones familiares; y cada vez que vuelvo a pasar las fiestas sola, recuerdo cómo eran hace tiempo. Ahora todo se ha vuelto cada vez más aburrido. Se acabó todo; aquellas Nochebuenas y Nocheviejas en casa de mis tíos, y las mañanas de Reyes donde mis abuelos... Ya todo es historia; bellos recuerdos que nunca se borrarán de mi memoria.
Es que no es sólo que no nos juntemos en Navidades; es que no nos vemos nunca. Es triste que mi hermana de 8 años no conozca a sus tíos y primos; se los nombramos y no sabe quiénes son. Y que tampoco haya conocido las formas de celebrar que viví yo a su edad.
Un Fin de Año que nunca se me olvidará fue el de cuando yo tenía 15 años. Estábamos solas mi madre y yo; pues mi padre había salido a celebrar con sus amigos y cuando llegó se acostó antes de la hora de las campanadas. Ni se comió las uvas con nosotras ni brindamos con el champán....
Cuando quedaban escasos minutos para las 12 de la noche vino a buscarme, por sorpresa, mi mejor amiga Priscila con su tío. Esperaron a que me comiera las uvas con mi madre, y luego salimos al paseo marítimo a ver los fuegos artificiales. Luego en casa de Priscila y estuvimos las dos hablando hasta las 3 de la mañana; hora en que me llevaron a mi casa. Esa pequeña velada me ayudó a sentirme mejor, pero seguía extrañando las reuniones familiares de años atrás... Y aún las sigo extrañando; aunque ya me va afectando menos porque algunos años vienen mis abuelos a mi casa y así no se siente tanta soledad ni tanto vacío, en comparación con otros años que pasamos solos.
Pero ya no me resulta esto tan deprimente; debe ser porque ya me acostumbré a esta nueva forma de celebración y senté cabeza; pasé esa típica edad difícil de los dieci-tantos.; y entiendo que hay gente en el mundo que lo pasa bastante peor; tienen motivos de verdad para quejarse. Y que las familias crecen, trabajan y tienen responsabilidades; no se puede estar toda la noche de fiesta llenando una casa de mierda para que al día siguiente todos descansen menos los dueños de la casa que son a los que les toca limpiar.
Además tampoco me resulta ya tan aburrido quedarme en casa porque también he crecido, y el Fin de Año, después de las uvas y el brindis con la familia, suelo ir de fiesta con mis amigos y lo paso bien.
Pero eso no quita que yo siga añorando esas reuniones familiares ni que deje de preguntarme: “¿Por qué se distancian las familias?” “¿Qué nos pasó?” Todos los integrantes de mi familia materna estamos en la misma isla, y debido a que no es muy grande, los trayectos no son excesivamente largos. Pro aún así, cada uno por su lado; no nos hemos vuelto a reunir como antaño, desde aquel año en que de repente y sin esperármelo, dejamos de hacerlo.
Lo que sí se entiende es el caso de mi familia paterna, ya que están todos en Barcelona y Madrid, y mis abuelos fallecieron cuando yo era pequeña; tendría 9 o 10 años.
La verdad es que ha llegado un punto en que ni yo misma sé lo que quiero; pues por una parte cuando sigo pasando estas fiestas en mi casa como si fuera un día normal, me da cierta envidia y me siento mal al oír a mi alrededor el jolgorio y la bulla que arman todos los vecinos... Y nosotros sólo viendo la tele.
Pero por otro lado, con el frío que hace por estas fechas, últimamente me da pereza irme de fiesta con mis amigos, pues estoy incómoda con los tacones y paso frío con el vestido de fiesta; no sé si también se deberá a que cuando una persona crece se va volviendo aburrida; no me gusta tanto como antes el jaleo de las discotecas; no me siento cómoda, me agobio y me aturden los elevados decibelios de la música. Prefiero fiestas o reuniones más tranquilas, en una casa o un bar. Aunque de vez en cuando lo sigo haciendo y me lo paso bien, en el fondo me ha dejado de gustar eso de estar por ahí hasta muy entrada la amanecida; que luego cuando llego a casa siendo ya de día no puedo dormir y eso hace que me ponga de mal humor.
Recuerdo que, cuando yo era pequeña, siempre nos reuníamos toda la familia en casa de algún tío; nunca en la mía porque por aquella época yo vivía en un apartamento pequeño y no cabríamos todos.
Todos los años era lo mismo: En Nochebuena y Fin de Año iba con mis padres a casa de unos tíos y toda la familia (Tíos, primos, abuelos...) nos reuníamos a cenar. En el caso de Nochebuena, cuando los niños estábamos distraídos pasaba “Papá Noel” a dejar los regalos y los abríamos esa misma noche. Y la fiesta continuaba en la casa, hasta que el cuerpo aguantara.
En Fin de Año, lo mismo; nos volvíamos a reunir para la cena y comer las uvas; luego, fiesta. Recuerdo dos cosas que nunca se irán de mi mente.
Una fue en casa de mi tío; fue un pequeño incidente con las uvas, protagonizado por uno de mis primos. No podía con ellas y justo al tocar la última campanada y llevarse la última uva a la boca, todas volvieron automáticamente al plato ¡¡Vaya forma de empezar el año!!
La otra tuvo lugar otro año, en casa de otro de mis tíos. Allí la fiesta se hizo más larga; llegamos casi al amanecer y dormimos allí; había espacio porque la casa era grande y tenían un sótano con muchos colchones; ahí me quedé yo con mis primos; nos levantamos al mediodía y salimos a la calle a seguir haciendo el loco y pasear.
También recuerdo que en aquella época no me gustaban las uvas; así que yo las sustituía por alguna otra cosa y en su lugar me comía 12 pastillas de goma, caramelos blandos, palomitas, lacasitos, cacahuetes o cualquier otra cosa pequeña; fácil y rápida de masticar, y que sí me gustase.
Las mañanas de Reyes también eran divertidas y tradicionalmente familiares. Íbamos todos los primos; acompañados de nuestros respectivos padres, a casa de mis abuelos; cada uno llevaba el regalo de Reyes que más le había gustado y pasábamos el día allí jugando; también comíamos allí y si llegaba la hora, hasta merendábamos; estábamos toda la familia reunida
Luego ya reanudaba el colegio muy contenta; recordando lo bien que lo había pasado durante las vacaciones navideñas; sabía que tenía muchas cosas bonitas que contar a mis compañeros, al igual que ellos a mí.
La verdad, esas navidades del pasado fueron inolvidables; fueron momentos muy felices y me gustaría que algún año se repitiera; porque ya nada es igual. No sé lo que pasó; aquellos años en los que realmente sentía la unión familiar, duraron hasta que yo tenía, si mal no recuerdo, unos 12 o 13 años. A partir de ahí, se produjo un cambio brusco.
Recuerdo que el primer año que ocurrió, fue muy duro para mí. Me extrañó que ese año no fuéramos a ir a ningún sitio, a casa de nadie. Simplemente cenamos en mi pequeño apartamento a solas mis padres y yo, como su fuese un día normal y corriente; como si no fuese Nochebuena. Y después de cenar, ninguna fiesta, ni música, ni risas ni nada. Me dieron el regalo y ya a recostarse en el sofá a ver la tele y dormir pronto. Como cualquier día normal del año. Y me pareció algo muy raro; algo a lo que yo no estaba acostumbrada; una amarga novedad. Recuerdo que aquella noche, al irme a mi cuarto a dormir, lo que hice fue romper a llorar; llevaba rato aguantándome las ganas porque aunque soy muy sensible, no me gusta que me vean; me da vergüenza. Siempre que puedo me reprimo, aunque hay veces que el sentimiento me supera.
Aunque me hubiesen dado regalo, a pesar de mi corta edad ya era de las que pensaban que eso por sí solo no da la felicidad; que estar rodeado de tu gente pasándolo bien llena más; aquella noche habría querido cambiar por eso todo lo material que tenía en aquellos momentos.
Los siguientes años fueron igual, aunque ya no me resultaba tan extraño; pero no por ello menos doloroso. Me gustaban aquellas reuniones familiares; y cada vez que vuelvo a pasar las fiestas sola, recuerdo cómo eran hace tiempo. Ahora todo se ha vuelto cada vez más aburrido. Se acabó todo; aquellas Nochebuenas y Nocheviejas en casa de mis tíos, y las mañanas de Reyes donde mis abuelos... Ya todo es historia; bellos recuerdos que nunca se borrarán de mi memoria.
Es que no es sólo que no nos juntemos en Navidades; es que no nos vemos nunca. Es triste que mi hermana de 8 años no conozca a sus tíos y primos; se los nombramos y no sabe quiénes son. Y que tampoco haya conocido las formas de celebrar que viví yo a su edad.
Un Fin de Año que nunca se me olvidará fue el de cuando yo tenía 15 años. Estábamos solas mi madre y yo; pues mi padre había salido a celebrar con sus amigos y cuando llegó se acostó antes de la hora de las campanadas. Ni se comió las uvas con nosotras ni brindamos con el champán....
Cuando quedaban escasos minutos para las 12 de la noche vino a buscarme, por sorpresa, mi mejor amiga Priscila con su tío. Esperaron a que me comiera las uvas con mi madre, y luego salimos al paseo marítimo a ver los fuegos artificiales. Luego en casa de Priscila y estuvimos las dos hablando hasta las 3 de la mañana; hora en que me llevaron a mi casa. Esa pequeña velada me ayudó a sentirme mejor, pero seguía extrañando las reuniones familiares de años atrás... Y aún las sigo extrañando; aunque ya me va afectando menos porque algunos años vienen mis abuelos a mi casa y así no se siente tanta soledad ni tanto vacío, en comparación con otros años que pasamos solos.
Pero ya no me resulta esto tan deprimente; debe ser porque ya me acostumbré a esta nueva forma de celebración y senté cabeza; pasé esa típica edad difícil de los dieci-tantos.; y entiendo que hay gente en el mundo que lo pasa bastante peor; tienen motivos de verdad para quejarse. Y que las familias crecen, trabajan y tienen responsabilidades; no se puede estar toda la noche de fiesta llenando una casa de mierda para que al día siguiente todos descansen menos los dueños de la casa que son a los que les toca limpiar.
Además tampoco me resulta ya tan aburrido quedarme en casa porque también he crecido, y el Fin de Año, después de las uvas y el brindis con la familia, suelo ir de fiesta con mis amigos y lo paso bien.
Pero eso no quita que yo siga añorando esas reuniones familiares ni que deje de preguntarme: “¿Por qué se distancian las familias?” “¿Qué nos pasó?” Todos los integrantes de mi familia materna estamos en la misma isla, y debido a que no es muy grande, los trayectos no son excesivamente largos. Pro aún así, cada uno por su lado; no nos hemos vuelto a reunir como antaño, desde aquel año en que de repente y sin esperármelo, dejamos de hacerlo.
Lo que sí se entiende es el caso de mi familia paterna, ya que están todos en Barcelona y Madrid, y mis abuelos fallecieron cuando yo era pequeña; tendría 9 o 10 años.
La verdad es que ha llegado un punto en que ni yo misma sé lo que quiero; pues por una parte cuando sigo pasando estas fiestas en mi casa como si fuera un día normal, me da cierta envidia y me siento mal al oír a mi alrededor el jolgorio y la bulla que arman todos los vecinos... Y nosotros sólo viendo la tele.
Pero por otro lado, con el frío que hace por estas fechas, últimamente me da pereza irme de fiesta con mis amigos, pues estoy incómoda con los tacones y paso frío con el vestido de fiesta; no sé si también se deberá a que cuando una persona crece se va volviendo aburrida; no me gusta tanto como antes el jaleo de las discotecas; no me siento cómoda, me agobio y me aturden los elevados decibelios de la música. Prefiero fiestas o reuniones más tranquilas, en una casa o un bar. Aunque de vez en cuando lo sigo haciendo y me lo paso bien, en el fondo me ha dejado de gustar eso de estar por ahí hasta muy entrada la amanecida; que luego cuando llego a casa siendo ya de día no puedo dormir y eso hace que me ponga de mal humor.
domingo, 4 de diciembre de 2011
Un sueño cumplido: Concierto de Amaral
Amaral es mi grupo favorito y llevaba deseando verlos en vivo y en directo desde hacía unos 5 o 6 años. Mi deseo se cumplió el 2 de diciembre de 2011. Nunca olvidaré esa fecha.
Me compré la entrada dos meses antes del concierto, y me empecé a poner nerviosa a mediados de noviembre; cuando ya se iba acercando ese 2 de diciembre y empecé a contar los días. Mi estado durante la última semana de espera era un poco bipolar; alternaba momentos de nerviosismo extremo con otros de mucha tranquilidad, que se intensificaron el día anterior al concierto y al llegar ese gran día. Incluso tenía pensada qué ropa ponerme desde poco después de comprar la entrada; algo que encajara con su estilo de pop-rock (Un detalle en la última foto de esta entrada) Y parece que acerté; porque vi la camiseta de Eva muy parecida a la mía.
Ese día, el esperado 2-12-2011, salí pronto de mi casa; a pesar de que el concierto empezaba a las 10 de la noche, yo me fui a las 4 de la tarde a empezar a hacer cola... Para ponerme en primera fila; no existe mejor experiencia que ver tan de cerca a tu grupo favorito. Además, yo no soy alta; por lo que donde mejor estoy es ahí, en primera fila; si tengo gente delante de mí, me joroban la vista.
Llegué al lugar del concierto a las 4 y media de la tarde, y ya había un grupito de jóvenes como yo, que estaban desde las 2. Así de paso socialicé un poco; estuvimos hablando y entramos juntos, me gustó ese ambiente. Más tarde llegó una amiga mía con la que yo había quedado; pero muy tarde; como media hora antes de entrar. Por lo que la mayor parte de la tarde estuve con mis nuevos amigos; ellos tenían muchas golosinas y me invitaron. También nos compramos unas chapas de Amaral que se vendían al lado de la carpa. Además, mientras estábamos ahi fuera, oíamos a Amaral hablando y ensayando ¡Ya estaban dentro! Reconocimos al instante la voz de Eva y la de Juan. Nos pusimos también a aplaudir y cantar; aunque seguramente no nos oirían. A medida que se iba acercando la hora de entrar, yo estaba más nerviosa, y no sabía si temblaba por esos nervios que tenía o por el frío que hacía.
Incluso habíamos planeado cantarles la parte "no, no nooo..." de la canción "Tarde de domingo rara" cuando dijeran que ya terminaba el concierto y se iban; pero al final no lo hicimos, no sé por qué.
Cuando por fin llegó el momento de la esperada apertura de puertas, sobre las 9 y media de la noche, nos preparamos para correr en el justo instante en que nuestras entradas fueran verificadas. Al pasar corrimos con todas nuestras fuerzas hasta alante del todo; lo cual no fue difícil, puesto que fuimos los 5 primeros en entrar.
La valla estaba a escasos dos metros del escenario... ¡Justo al lado! Yo miraba para atrás y poco a poco fue entrando la gente; según la prensa, eran como 2500 personas en el concierto. ¡Menos mal que fui pronto a la cola, para tener buen puesto! Llego a estar detrás de toda esa gente y no veo nada. Ahí fue cuando, orgullosa, pensé que valió la pena las 5 horas de espera que hice.
Cuando ya había entrado todo el mundo, se dio comienzo al espectáculo, pero primero actuó como telonero un grupo que la mayoría no conocíamos; se llama Tihuya Cats.
Luego ya se dio paso a Amaral. ¡Qué momentazo cuando los vi por primera vez, y tan de cerca! Es algo que no puedo describir, una sensación muy bonita, mucha alegría de ver a mi grupo favorito después de tanto tiempo soñando con ese momento.
Me sabía la mayoría de las canciones que cantaron, excepto una o dos. En su gira, estaban presentando su nuevo disco; llamado “Hacia lo Salvaje”; cantaron todas las canciones de ese nuevo disco, además de un recorrido por las más conocidas de discos anteriores; entre ellas algunas de mis favoritas; como son: “Sin tí no soy nada”, “Días de Verano”, “Cómo hablar” y “Moriría por vos”. Iban alternando unas con otras; yo pensaba que establecerían en orden (Primero el disco nuevo y luego las anteriores) Pero estuvo bastante bien así, desordenado.
En resumen, que estuvo genial el concierto, y ellos también muy simpáticos y muy bromistas. Dos veces dijeron que ya se iban; que cantaban el último tema y terminaba el concierto; pero hecho eso, dejaban el escenario vacío unos minutos y volvían a salir a seguir actuando; sólo se escondían para ver la reacción del público. Todos nos quedábamos gritando que volvieran; fue todo un éxito.
La tercera vez ya sí supimos que se iban de verdad porque los componentes del grupo soltaron los instrumentos, saludaron y se despidieron; luego salieron los técnicos del escenario a desconectar todo. Ahí sí supimos que ya sí era verdad que se había acabado el concierto.
Estuvo genial... Todos cantando, aplaudiendo, saltando, bailando... Me gustó ese ambiente y a Amaral también se la veía contenta de que nos supiéramos tan bien sus temas. A veces mientras cantaba apuntaba con el micrófono hacia nosotros para que cantemos algunas partes.
Fue un concierto perfecto; el mejor de mi vida. Ya había ido a varios, como Andy y Lucas, Estopa, Melendi, Jose Vélez, o Carlos Baute; pero no había conseguido primera fila; los vi de lejos. Y el gusto también es diferente; con ellos no es tanta pasión como con Amaral; para mí es lo mejor.
Hice muchas fotos y grabé algunos videos; pero poca cosa; ya que lo que yo quería era disfrutar del concierto; cantar y saltar con ellos; y verlos a ellos; no estar todo el rato pendiente de la cámara. Como los vídeos son pequeñas partes de algunas canciones, añadí mi creatividad juntándolos en uno solo para crear un montaje; que también está aquí, y me gustaría dedicárselo; un pequeño detalle.
Cuando salí del recinto con mis amigas, fuimos a la parte trasera; por donde pronto saldrían ellos en coche. Queríamos pasar porque una de las chicas había traído un regalo para Eva; según ella dijo, un llavero de unas tortuguitas como las del videoclip de Hacia lo Salvaje, y se lo íbamos a dar, pero los vigilantes no nos dejaron entrar. Los vimos; pasar por al lado nuestro y nos despedimos por segunda vez; Eva iba en el asiento del copiloto; nos saludamos intercambiando sonrisas.
Además del concierto en general, también me gustó una anécdota divertida protagonizada por Eva. En uno de sus bailes, se le cayó el micrófono al suelo; y al cogerlo y probarlo a ver si seguía funcionando, dijo "Se ha suicidado el micrófono"
Todos nos reímos, eso es sentido del humor.
Otro momento espectacular fue cuando en medio de una canción, Eva se bajó del escenario y se subió a la valla. Las personas que estaban en la parte donde se subió ella, pudieron tocarla; yo estaba para otro lado.
También hubo una parte emocionante en otro sentido; para mí fue la parte más emocionante del concierto; la que más toco mi corazón. Fue cuando Eva, antes de empezar a cantar la canción “Olvido”, comentó su significado; se la dedica a la memoria de su madre; fallecida en 2007. Al terminar la canción, miró hacia el cielo; yo me dejé llevar por la emoción y miré también... La acompaño.
Fue todo inolvidable; me gustaría que volvieran en otra ocasión, para volverlos a ir a ver; nunca me cansaría. Me lo pasé muy bien, aunque llegué a mi casa cojeando, a causa de una ampolla enorme; se me nota la hinchadura por debajo del calcetín. Debe de ser por haber ido caminando en la tarde desde mi casa hasta el recinto (6 Km); además de las horas de cola allí... con unas botas de cuero sin calcetines. Bueno, tenía unas medias de rejilla; pero al ser así, la piel me rozaba más o menos igual en el zapato. Empecé a sentir molestias al rato de estar en la cola, pero no le di importancia. Ya dentro del concierto el dolor fue un poco más intenso; no podía saltar bien porque me dolía al apoyar el pie en el suelo.
Por eso, no podía caminar del todo bien; la ampolla era en la zona del talón del pie izquierdo, al apoyarlo en el suelo me dolía y parecía que se iba a reventar con mi propio peso, por lo que con ese pie iba de puntillas; sin tocar el suelo con la parte de atrás; forma de caminar un poco rara; como si tuviera una pierna más larga que la otra.
Pero todo valió la pena, y repetiría la experiencia si algún día Amaral vuelve a Lanzarote. ¡¡Son los mejores!!
Y bueno... Si queda algo más que decir, es que... Que me encantaría, haría mucha ilusión que ellos vieran todo esto; para que sepan cuánto los admiro.
Incluso salgo en las noticias del concierto; al estar en primera fila y más o menos hacia el centro del escenario, aparezco en las fotos que los periodistas hicieron al público. Aquí está la noticia y las fotos; soy la de negro que está entre la de la chaqueta blanca (Mi amiga) y la de naranja (Una de las que conocí allí):
http://www.lancelotdigital.com/arrecife-se-volvio-%E2%80%98salvaje%E2%80%99-de-la-mano-de-amaral/#comment-10585
Y aquí está, enmarcada y colgada en mi cuarto, la noticia del concierto. La revista Lancelot abierta justo en esas dos páginas tan especiales. Mi más preciado tesoro, el mejor cuadro.
sábado, 10 de septiembre de 2011
Soy Zurda, aunque en ocasiones no lo parezca.
Mi naturaleza era ser zurda pero me quedé a medias porque no me dejaban ser a mi manera. Cuando era pequeña en la guardería me obligaron a escribir y comer con la mano derecha (Las dos únicas cosas que me veían hacer allí).
Por eso ahora siempre hago esas dos actividades con la derecha, pero para todo lo demás utilizo en lado izquierdo de mi cuerpo. Es decir, soy medio zurda de mano, pero completamente zurda de pie, ojo y oreja.
También tuve una época de transición en que usaba las dos manos para escribir; se me cansaba una y seguía con la otra; pero no se cómo ni por qué, me acabé quedando con la derecha; no me acuerdo si me siguieron obligando.
Tengo una prueba explícita de que no sólo fue en la guardería; sino que en el entorno familiar también fui forzada; no me acordaba de eso hasta que lo vi:
Cuando cumplí los 8 años, en la fiesta no se hicieron fotos; se grabó un vídeo y en una de las escenas se ve claramente como yo, para cortar la tarta, cogía la espátula con la mano izquierda... Al igual que mi reacción de desaliento cuando mi abuela me dijo horrorizada: ¿¿Con la mano izquierda?? Seguido de que me quitó la espátula de esa mano y me la puso en la derecha.
Se me ve que casi no tenía ninguna fuerza en mi mano derecha, y apretaba con las dos a la vez porque no me dejaba volver a pasar a la izquierda y ni mis padres ni nadie decía nada.
No voy a volver a permitir algo así ni para mi ni para nadie; soy zurda y lo seré siempre; voy a volver a comer y escribir con la izquierda aunque me hayan quitado la práctica. Igual que la perdí, la voy a recuperar.
Hay más pruebas que evidencian mi pasado como zurda completa.
Tengo dos fotos en las que estoy pintando con la mano izquierda; una con 4 años en una pizarra y otra con 7 en un libro, así como otro vídeo de cuando tenía 2, donde en una escena aparezco pintando con la izquierda y más tarde en otra comiendo yogures con la izquierda.
Aunque hayan intentado contrariarme, siempre queda algún indicio de lo que fui. Por ejemplo, en mi forma de trazar letras o números. Hay algunos que aunque escriba con la derecha, los hago empezando por donde terminaría un diestro.
Una cosa que siempre quedará en mi memoria es una experiencia que tuve en el colegio; ya cuando estaba en 6º. Creo que está relacionado con esta historia porque he leído que los zurdos hacen los números y letras de forma contraria a los diestros (Y no hablo de la llamada escritura en espejo, sino de que empiezan a trazar el dígito en el punto por el que un diestro terminaría)
La profesora me sacaba a la pizarra a hacer ejercicios de matemáticas, porque esa materia siempre se me resistía, y observó que hacía el 1 "al revés"; empezaba "por el final". Creo que también me pasaba con el 7.
Es decir, todo el mundo lo hace desde arriba hacia abajo, pues yo empezaba desde abajo hacia arriba.
Pues la profesora me obligaba a hacerlo como todos; según ella como yo lo hacía estaba mal... ¿No es el mismo número y el mismo trazo aunque lo empiece a hacer por otro lado?
Este hecho nunca se borrará de mi mente; cada vez que salía a la pizarra era una bronca por lo mismo; yo instintivamente hacía el dichoso número como estaba acostumbrada, y la profesora empeñada en hacerlo "bien"
Hasta hace poco mi madre también me recriminaba porque al fregar los platos siempre froto con la mano izquierda y cuando uso la sartén, el mango siempre a mi izquierda; y me dice que la cojo al revés... Y un día me dijo que "tengo la manía de hacer las cosas con la mano izquierda sin ser zurda", cuando ella sabe mi pasado pero según ella como ya no escribo con la mano izquierda no soy zurda... Como si el escribir fuera lo único que determina la lateralidad.
También cuando estoy barriendo mi madre y mi abuela me dicen que "Parece que le tengo miedo a la escoba" y no entiendo por qué, si yo barro como he visto barrer a los demás, con la única diferencia de que mientras la mayoría de la gente sujeta con la mano derecha la parte más baja del palo, en mi caso la mano que queda abajo es la izquierda. Será que por eso no barro hacia el mismo lado que los demás y a sus ojos lo hago "mal" pero para mí es lo normal y veo que recojo bien.
En fin, cuando era niña no podía rebelarme, pero ahora ya no me dejo influenciar más; quiero ser como soy, y soy feliz haciéndolo todo con la mano izquierda, poniéndome el teléfono en la oreja izquierda y mirando por microscopios y telescopios y cosas similares con el ojo izquierdo.
Si nací zurda así voy a seguir siendo siempre y las habilidades que me hicieron perder voy a recuperarlas; con la práctica y la decisión todo se logra; además la naturaleza tarde o temprano vuelve a su sitio original. Quiero volver a ser como la naturaleza me hizo.
Aunque he de admitir que me da reparo escribir y comer con la izquierda delante de la gente; es algo que oculto sin querer: Uso con total libertad la mano izquierda cuando estoy sola; y si estoy de reunión, la derecha. No sé si tendrá algo que ver con las presiones a las que fui sometida por usar la mano izquierda; si será algún tipo de complejo inconsciente pero quiero volver a usarla sin miedo a que me digan nada.
Aún siendo mayor de edad (Tengo ya 23 años) y a pesar de que estamos en el 2011 y no en tiempos de Franco, me siguen recriminando por usar la mano izquierda. Haciendo trabajos de bricolaje con mi madre, se percató de que yo estaba cogiendo el destornillador, martillo y otras herramientas con mi mano zurda y me dijo que me empeño en hacer las cosas con la mano izquierda y que le da coraje verme. Esta es nueva... ¿Uno no puede ser zurdo y estar tranquilo? Si lo hago con la mano izquierda es porque en la derecha no tengo fuerzas; es que ni siquiera atino a meter la punta del destornillador en la cabeza del tornillo; me tiembla la mano. Aparte de que los tornillos no entraban porque estábamos usando el destornillador que no era; no se avanza nada intentando meter tornillos de llavecita con un destornillador de estrella. Cuando encontré la llave que sí encajaba en esos tornillos, armé el escritorio en menos de 5 minutos, y por supuesto que con la mano izquierda.
Porque me gusta ser zurda aunque a veces se nos presenten dificultades con algunos objetos:
En unas vacaciones que hice con mis tíos, fuimos a cenar a un bar que tenía pistas de mini-golf, y jugamos. Yo instintivamente cogí el palo poniendo mi mano izquierda más abajo de la derecha; pero claro el palo estaba al revés. Es decir, la parte plana; que es la que debe darle a la pelota, estaba hacia atrás y la parte redondeada como para darle a la pelota. Si le doy la vuelta al palo estaba al revés de todas formas, ya que la cabeza debe estar hacia fuera y no hacia mí, como quedaba al voltear para que la parte plana diera a la pelota. Y si en vez de tener cogido el palo delante de mí me lo ponía hacia mi lado izquierdo y me daba la vuelta, era como estar yo al revés; un lío. Ahí me di cuenta de que las cosas están hechas para diestros; fue la primera dificultad que viví. No se me ocurrió ir a preguntar si había palos para zurdos; al final lo usé como los diestros, aunque me costaba pero a la vez me divertía experimentar.
Actualmente mientras voy retornando a mi camino, veo que no encuentro dificultades al escribir con la mano izquierda ni a utilizar los cubiertos de forma totalmente contraria a como me enseñaron a usarlos; y ello me da ánimos para continuar la aventura de mi viaje de regreso a mi naturaleza. Todo, absolutamente todo, lo puedo lograr si me lo propongo; así que si mi lugar en el mundo era ser zurda, regresaré a mi mundo; un mundo del que me sacaron en contra de mi voluntad.
Por eso ahora siempre hago esas dos actividades con la derecha, pero para todo lo demás utilizo en lado izquierdo de mi cuerpo. Es decir, soy medio zurda de mano, pero completamente zurda de pie, ojo y oreja.
También tuve una época de transición en que usaba las dos manos para escribir; se me cansaba una y seguía con la otra; pero no se cómo ni por qué, me acabé quedando con la derecha; no me acuerdo si me siguieron obligando.
Tengo una prueba explícita de que no sólo fue en la guardería; sino que en el entorno familiar también fui forzada; no me acordaba de eso hasta que lo vi:
Cuando cumplí los 8 años, en la fiesta no se hicieron fotos; se grabó un vídeo y en una de las escenas se ve claramente como yo, para cortar la tarta, cogía la espátula con la mano izquierda... Al igual que mi reacción de desaliento cuando mi abuela me dijo horrorizada: ¿¿Con la mano izquierda?? Seguido de que me quitó la espátula de esa mano y me la puso en la derecha.
Se me ve que casi no tenía ninguna fuerza en mi mano derecha, y apretaba con las dos a la vez porque no me dejaba volver a pasar a la izquierda y ni mis padres ni nadie decía nada.
No voy a volver a permitir algo así ni para mi ni para nadie; soy zurda y lo seré siempre; voy a volver a comer y escribir con la izquierda aunque me hayan quitado la práctica. Igual que la perdí, la voy a recuperar.
Hay más pruebas que evidencian mi pasado como zurda completa.
Tengo dos fotos en las que estoy pintando con la mano izquierda; una con 4 años en una pizarra y otra con 7 en un libro, así como otro vídeo de cuando tenía 2, donde en una escena aparezco pintando con la izquierda y más tarde en otra comiendo yogures con la izquierda.
Aunque hayan intentado contrariarme, siempre queda algún indicio de lo que fui. Por ejemplo, en mi forma de trazar letras o números. Hay algunos que aunque escriba con la derecha, los hago empezando por donde terminaría un diestro.
Una cosa que siempre quedará en mi memoria es una experiencia que tuve en el colegio; ya cuando estaba en 6º. Creo que está relacionado con esta historia porque he leído que los zurdos hacen los números y letras de forma contraria a los diestros (Y no hablo de la llamada escritura en espejo, sino de que empiezan a trazar el dígito en el punto por el que un diestro terminaría)
La profesora me sacaba a la pizarra a hacer ejercicios de matemáticas, porque esa materia siempre se me resistía, y observó que hacía el 1 "al revés"; empezaba "por el final". Creo que también me pasaba con el 7.
Es decir, todo el mundo lo hace desde arriba hacia abajo, pues yo empezaba desde abajo hacia arriba.
Pues la profesora me obligaba a hacerlo como todos; según ella como yo lo hacía estaba mal... ¿No es el mismo número y el mismo trazo aunque lo empiece a hacer por otro lado?
Este hecho nunca se borrará de mi mente; cada vez que salía a la pizarra era una bronca por lo mismo; yo instintivamente hacía el dichoso número como estaba acostumbrada, y la profesora empeñada en hacerlo "bien"
Hasta hace poco mi madre también me recriminaba porque al fregar los platos siempre froto con la mano izquierda y cuando uso la sartén, el mango siempre a mi izquierda; y me dice que la cojo al revés... Y un día me dijo que "tengo la manía de hacer las cosas con la mano izquierda sin ser zurda", cuando ella sabe mi pasado pero según ella como ya no escribo con la mano izquierda no soy zurda... Como si el escribir fuera lo único que determina la lateralidad.
También cuando estoy barriendo mi madre y mi abuela me dicen que "Parece que le tengo miedo a la escoba" y no entiendo por qué, si yo barro como he visto barrer a los demás, con la única diferencia de que mientras la mayoría de la gente sujeta con la mano derecha la parte más baja del palo, en mi caso la mano que queda abajo es la izquierda. Será que por eso no barro hacia el mismo lado que los demás y a sus ojos lo hago "mal" pero para mí es lo normal y veo que recojo bien.
En fin, cuando era niña no podía rebelarme, pero ahora ya no me dejo influenciar más; quiero ser como soy, y soy feliz haciéndolo todo con la mano izquierda, poniéndome el teléfono en la oreja izquierda y mirando por microscopios y telescopios y cosas similares con el ojo izquierdo.
Si nací zurda así voy a seguir siendo siempre y las habilidades que me hicieron perder voy a recuperarlas; con la práctica y la decisión todo se logra; además la naturaleza tarde o temprano vuelve a su sitio original. Quiero volver a ser como la naturaleza me hizo.
Aunque he de admitir que me da reparo escribir y comer con la izquierda delante de la gente; es algo que oculto sin querer: Uso con total libertad la mano izquierda cuando estoy sola; y si estoy de reunión, la derecha. No sé si tendrá algo que ver con las presiones a las que fui sometida por usar la mano izquierda; si será algún tipo de complejo inconsciente pero quiero volver a usarla sin miedo a que me digan nada.
Aún siendo mayor de edad (Tengo ya 23 años) y a pesar de que estamos en el 2011 y no en tiempos de Franco, me siguen recriminando por usar la mano izquierda. Haciendo trabajos de bricolaje con mi madre, se percató de que yo estaba cogiendo el destornillador, martillo y otras herramientas con mi mano zurda y me dijo que me empeño en hacer las cosas con la mano izquierda y que le da coraje verme. Esta es nueva... ¿Uno no puede ser zurdo y estar tranquilo? Si lo hago con la mano izquierda es porque en la derecha no tengo fuerzas; es que ni siquiera atino a meter la punta del destornillador en la cabeza del tornillo; me tiembla la mano. Aparte de que los tornillos no entraban porque estábamos usando el destornillador que no era; no se avanza nada intentando meter tornillos de llavecita con un destornillador de estrella. Cuando encontré la llave que sí encajaba en esos tornillos, armé el escritorio en menos de 5 minutos, y por supuesto que con la mano izquierda.
Porque me gusta ser zurda aunque a veces se nos presenten dificultades con algunos objetos:
En unas vacaciones que hice con mis tíos, fuimos a cenar a un bar que tenía pistas de mini-golf, y jugamos. Yo instintivamente cogí el palo poniendo mi mano izquierda más abajo de la derecha; pero claro el palo estaba al revés. Es decir, la parte plana; que es la que debe darle a la pelota, estaba hacia atrás y la parte redondeada como para darle a la pelota. Si le doy la vuelta al palo estaba al revés de todas formas, ya que la cabeza debe estar hacia fuera y no hacia mí, como quedaba al voltear para que la parte plana diera a la pelota. Y si en vez de tener cogido el palo delante de mí me lo ponía hacia mi lado izquierdo y me daba la vuelta, era como estar yo al revés; un lío. Ahí me di cuenta de que las cosas están hechas para diestros; fue la primera dificultad que viví. No se me ocurrió ir a preguntar si había palos para zurdos; al final lo usé como los diestros, aunque me costaba pero a la vez me divertía experimentar.
Actualmente mientras voy retornando a mi camino, veo que no encuentro dificultades al escribir con la mano izquierda ni a utilizar los cubiertos de forma totalmente contraria a como me enseñaron a usarlos; y ello me da ánimos para continuar la aventura de mi viaje de regreso a mi naturaleza. Todo, absolutamente todo, lo puedo lograr si me lo propongo; así que si mi lugar en el mundo era ser zurda, regresaré a mi mundo; un mundo del que me sacaron en contra de mi voluntad.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)