"Esto es demasiado bonito para durar". "Demasiado bonito para mí". "Me parece estar soñando." "Es tan perfecto que hasta me da miedo que algún día se termine.
Fueron los primeros pensamientos que se me pasaron por la cabeza cuando aquella historia empezó.
Y al final, como cualquier otro sueño, se esfumó y me vi de nuevo en la cruda realidad.
Si hasta la vida misma tiene principio y fin, es obvio que ocurra lo mismo con todo lo que en ella acontece.
Pero lo que no entiendo es por qué lo más bonito tiene que ser lo que menos dura.
Esto sí que me gustaría que fuese una pesadilla de la que despertar.
¿Qué queda de aquella persona con la que podía hablar de cualquier cosa y que me decía que su ánimo había mejorado mucho al conocerme y hablar conmigo, que dormía mejor y rendía mejor en el trabajo, que su vida volvía a llenarse de ilusión, que si me hacían daño era como si se lo hicieran a él, que estaba muy contento de que yo quisiera hacer planes con él, que sólo con que yo le conteste a los mensajes ya es feliz, que le llenaba mucho el hecho de que yo me preocupase por él y le preguntase cómo está, que le alegraba el hecho de que yo le hablase de él a mi familia y amigos, y que le hizo tanta ilusión que yo le haya dedicado una entrada de mi blog?
(La anterior a esta: "Cambios en mi vida")
Indiferencia. No sé cómo me lo monto, pero siempre me acaba pasando lo mismo con todos. Y justo con aquellos a los que más cariño les cojo. Otro palo más para la colección.
Otra vez me siento sola y vacía. Una soledad de la que él quería sacarme y hacerme actualizar mi blog diciendo que ya no me siento sola. Esto me lo dijo al leer mi otra entrada: "La Soledad desde sus distintas Perspectivas"; donde hablaba de esa sensación soledad, de vacío, de "que me falta algo y no sé el qué", que me ha acompañado en la mayor parte de mi vida. Y así lo hice con la que le dediqué; pues al conocerle vi lleno ese hueco vacío en mi interior; lo que me había pasado toda la vida buscando.
Tenía el verano fastidiado por una situación que le conté al conocernos, y se me arregló precisamente al conocerle; cuando ya ese verano casi tocaba a su fin. Y ahora me veo que este verano tampoco lo voy a pasar muy bien. Estoy otra vez exactamente igual que el año pasado por estas mismas fechas.
Fue mi mayor pilar. Apareció en mi vida justo cuando peor estaba, y para mí fue como volver a nacer... Y ahora todo vuelve a derrumbarse sin motivos.
La situación ha cambiado mucho, y no lo entiendo. No lo entiendo para nada. Y menos viniendo de una persona que me decía todas esas cosas tan bonitas y profundas, y yo también a él; y me decía que nadie más se las decía, y que nos contábamos de todo; incluso algunas intimidades.
Ahora la situación está muy tensa. No me lo esperaba para nada. De él, no. Una persona que decía esperar que aquella bonita situación para los dos durase mucho tiempo y que quería ser para mí la mejor compañía posible y hacerme pasar muy buenos momentos.
No entiendo cómo alguien que se alegraba tanto de hablar conmigo y de que yo también haya mejorado gracias a él, de repente toda esa ilusión se le va y pasa a esquivarme contestando sólo con monosílabos. Yo creo que no le he dado motivos para distanciarse así, para tanta frialdad.
Me he preocupado por él y le he preguntado hasta la saciedad que qué le pasa, le he seguido ofreciendo mi ayuda pero me dice que no pasa nada, que está bien.
Me da la sensación de estar tratando (O tal como están las cosas ahora, intentando tratar mejor dicho) con otra persona totalmente distinta y opuesta a la que conocí aquel septiembre de 2015. ¿Dónde se perdió todo?
Yo cuando no le sigo la conversación a alguien ni quiero quedar con esa persona, normalmente es porque me pasa algo o porque esa persona me ha hecho sentir incómoda de alguna manera.
Y él decía que por qué no aparecí antes en su vida, que se sentía siempre muy agusto conmigo, que pasaba muy buenos ratos y el tiempo se le pasaba volando, que ha tenido un golpe de suerte al encontrarne y hasta que había encontrado a su otra mitad conmigo.
Me niego a pensar que me esté fallando y haciéndome esos feos consciente e intencionadamente; cuando meses atrás me decía que por qué soy tan buena con él, que le he ayudado mucho y no sabe cómo agradecérmelo. Y él detesta el comportamiento de portarse mal con alguieb que se ha portado bien con uno.
Él es una persona noble y sensible; dulce y tierna. Con un corazón enorme y lleno de buenos sentimientos. Este es el concepto que tengo de él, y lo sabe porque se lo he dicho.
Le veo incapaz de dar de lado a alguien que siempre se ha portado bien con él; de hacer daño intencionadamente a una persona a la que si hacían daño sentía como si se lo hicieran a él.
Además, creo que no me merezco ese trato después de todo lo que he hecho por él.
Algo le pasa, yo lo sé y sigo queriendo ayudarle; pero parece que no se deja. La situación ha llegado a un punto en que dadas sus escuetas respuestas que nada tienen que ver con cómo eran antes; con el entusiasmo que se le notaba, me siento como una auténtica mierda con esa sensación de que ahora le estoy molestando cada vez que le hablo. Que tampoco es todos los días; de hecho ahora llevamos unas 2 o 3 semanas sin hablar.
Además, si a uno ya le da reparo decirle de quedar a un amigo, es señal inequívoca de que algo anda mal; ya que en teoría quedar con amigos es lo más normal del mundo y debería proponerse sin miedo ni vergüenza.
No entiendo de ninguna manera que si antes la situación era tan cercana, ahora estemos como si nunca hubiésemos tenido ninguna confianza.
Por eso le echo de menos. Mi amigo, el mejor confidente que he tenido. Echo de menos a la persona que era antes de dar ese cambio.
Una persona mucho más abierta y receptiva que ahora, más cercana, más habladora, más cariñosa, que me decía que quería verme sonreír siempre y que si con sus mensajes me hace sonreír ya es el chico más feliz del mundo...
Me siento fatal y me dan ganas de llorar cada vez que veo a alguien sonriendo mientras habla por el whatsapp, porque me recuerda a aquellos momentos cuando a mí se me escapaba la sonrisa con sus mensajes y él me decía que también era feliz con los míos.
Ahora sin eso, para mí no tiene sentido llevar el móvil encima.
Echo de menos las conversaciones fluídas, hablar de cómo nos había ido en nuestra jornada de trabajo o cualquier otra vivencia, y poder hablar con él en general sin sentirme un estorbo, seguirme mostrando cariñosa con él sin sentirme ridícula al ver que ya no reacciona recíprocamente, y contarle mis cosas sin sentir que ya no le interesa y que cuanto más hago por intentar arreglarlo, más la cago. Como pretender quitarse la resaca tomando más alcohol.
Nada es lo mismo. Antes nos contábamos cada cosa que hacíamos o que nos pasaba. Y ahora no le encuentro sentido a nada de lo que hago si no se lo puedo contar como antes. Y cuando me pasa algo y tampoco se lo puedo decir, peor lo paso. Y si es algo bueno, no me hace tanta ilusión si ya no puedo compartir la anécdota con él. Por muchas cosas materiales o abstractas que consiga, nada de eso llena la sensación de vacío e intranquilidad permanente que me invaden. Sólo recuperaría la sensación de paz interior si terminara ya este distanciamiento.
Y es que nunca había vivido nada igual con nadie. Una persona que me expresara lo feliz que estaba de haberme conocido y lo lleno que se sentía conmigo, y que a mí me pasase exactamente lo mismo con él. Este tipo de cosas sólo pasan una vez entre un millón.
Es lo más bonito que me había pasado nunca. Congeniar desde el minuto 0 y que el vínculo se vaya afianzando cada vez más, tener tantas cosas en común, darle palabras de aliento sin ningún tipo de reparo cada vez que estaba mal, y tener yo también las suyas cuando yo lo necesitaba y sentirme reconfortada al momento...
Era un sueño hecho realidad y ahora lloro su pérdida.
No tengo ganas de nada, no disfruto ni encuentro ilusión ni motivación en nada. Si uno se encuentra afectivamente vacío, absolutamnete nada de lo demás tiene sentido ninguno.
Encima como mi autoestima nunca ha sido precisamente buena, con esto ya se me termina de desmoronar por completo.
Por todo lo que he expresado en los párrafos anteriores, no sé qué diantres pasa. Ya no sólo por él, sino por la situación en general, que como dije al principio, es algo que se ha repetido en mi vida una vez tras otra. Debería estar acostumbrada, pero cada vez duele más y más.
¿En qué fallo? ¿Tengo algo que incomode a todo el mundo y nadie se atreve a decírmelo, o qué es lo que pasa? Porque que se alejen de mí 2 o 3, bueno; tiene un pase. Pero ¿Todos? ¿Qué soy, la apestada del mundo, o qué? Porque eso es lo que siento sinceramente: Que un trozo de mierda a mi lado, es mejor que yo. Un cero a la izquierda.
Me siento rechazada y marginada por todo el mundo.
Si me dicen que tan buena soy, ¿Por qué se apartan de mí?
Aunque no diga tu nombre, sabes que estas líneas también te las dedico a ti; al igual que el texto anterior que tanta ilusión te hizo.
Y por favor, no lo malinterpretes. No te lo tomes a mal. No estoy enfadada ni pretendo echarte nada en cara ni te guardo rencor ninguno.
Tan sólo me siento triste, dolida, despreciada y desconcertada al ver tanto cambio en la manera de tratarnos, sin explicación alguna; cuando siempre he ido con toda mi buena intención. Me gustaría volver a empezar. Si en Septiembre - Octubre me hubiesen dicho que en un par de meses más íbamos a estar así; como si no nos conociéramos de nada, no me lo habría creído y les habría enseñado ya sabes qué dedo.
Un cambio tan grande no se da sin motivos y es normal que note algo raro y me preocupe; pues siempre te he apreciado muchísimo. Por favor, confía en mí como antes. Teníamos una complicidad muy bonita y ahora parece que estemos peleados o algo. Si alguna vez te he incomodado de alguna manera, nunca fue mi intención y te pido disculpas por ello.
Sé que te pasa algo; pues tu cambio empezó a notarse después de ciertos acontecimientos... Así que en parte lo entiendo; pero estoy preocupada por ti y quiero que vuelvas a estar bien y que todo vuelva a estar como antes.
Sabes que pase lo que pase, siempre podrás contar conmigo; y aquí sigo estando.
Déjate ayudar.
Ilustro la entrada con esta foto que hice junto a él en una de nuestras salidas.
Nunca nadie me había dicho nada tan bonito como esto... O tal vez sí pero para mí no ha significado lo mismo que viniendo de ti.
Y nunca nadie lo superará... Esto me lo llevo a la tumba.