miércoles, 22 de abril de 2015

Seis meses trabajando.

A lo mejor ya soy una pesada recordando lo mismo todos los meses, pero bueno; ya estamos a otro día 22; y si de por sí se trata de un acontecimiento muy importante para mí, éste mes lo es todavía más porque llegamos al ecuador de mi contrato laboral; dentro de otros 6 meses; es decir; en octubre, me vence.
A lo mejor aún es pronto para pensar en ésto, pero el tiempo pasa muy rápido; estos 6 meses han transcurrido casi sin darme cuenta. El tiempo ha pasado muy rápido; así que los siguientes 6 meses pasarán igual y ya empiezo a sentirme inquieta. Siempre se me han dado mal las despedidas; yo en ese trabajo estoy muy contenta y rodeada de gente encantadora; y llegado el momento, me va a doler perder ese ambiente y dejar de ver a muchas personas que se han vuelto muy importantes para mí.
No sé si me renovarán; en caso negativo puede que ya teniendo experiencia me sea más fácil encontrar otra cosa, pero dudo mucho que sea lo mismo. Me gusta el sitio donde estoy y me quedaría ahí por siempre; si se diera la posibilidad de hacerme indefinida, firmaría con los ojos cerrados.
Pero bueno; todavía es pronto para pensar en eso; me queda aún medio año de trabajo, al que le voy a seguir sacando todo el provecho que pueda; tal y como llevo haciendo desde que empecé.

Ho
y, llevo ya 6 meses trabajando y se cumplen también 9 meses de mi llegada a Madrid para embarcarme en mi nueva vida. Antes, Lanzarote era el lugar donde vivía y Madrid mi lugar de vacaciones.
Ahora, es al contrario.







Rubber Balls